Test Proyectivos

Test del Árbol (Koch)
El Test del árbol es uno de los instrumentos proyectivos más simples de efectuar por parte de niños, jóvenes y también adultos.
Dibujar un árbol es inofensivo, inocuo, poco intrusivo, por tanto, suele ser muy bien aceptado, incluso para aquellos niños que no dibujan bien.
Pero detrás de la simpleza del árbol van apareciendo plasmados en el papel los diferentes elementos básicos que configuran la estructura del propio “yo”. El árbol toma la personalidad del autor.

Test de Figura Humana (Machover)
Prueba gráfica que proyecta toda una gama de rasgos significativos y útiles para un mejor diagnóstico de la personalidad, tanto en niños como en adultos. Este test se ha constituido en la experiencia clínica como uno de los mejores instrumentos para la evalución de la personalidad total, junto al Psicodiagnóstico de Rorschach, al T.A.T, y a las Escalas Wechsler.
Gracias a este test sabemos el autocepto que tiene un niño o un adulto de sí mismo.

HTP (the House-Tree-Person test)
 El test de la casa/árbol/persona es un test proyectivo basado en la técnica gráfica del dibujo, a través del cual podemos realizar una evaluación global de la personalidad de la persona, su estado de ánimo, emocional. La realización de dibujos es una forma de lenguaje simbólico que ayuda a expresar de manera bastante inconsciente los rasgos más íntimos de nuestra personalidad.
Con los dibujos recreamos cuál es la manera de vernos a nosotros mismos, así como la forma que verdaderamente nos gustaría ser. Cada dibujo constituye un autorretrato proyectivo a diferente nivel: con el dibujo de la persona realizamos una autoimagen muy cercana a la conciencia, incluyendo los mecanismos de defensa que utilizamos en la vida cotidiana. En el de la casa proyectamos nuestra situación familiar y en el del árbol el concepto más profundo de nuestro Yo.
Es un test muy valioso por el hecho de poder aplicarse a personas de todas las edades, desde niños a adultos.

Test de Frustración (Rosenzweig)
Rosenzweig creó esta prueba originalmente llamada Picture Frustration Test (PFT) en base a los principios generales de su teoría de la frustración (1934), una prueba diseñada para evaluar el nivel de frustración de un sujeto, y en base a ello determinar algunos rasgos de su personalidad y su manera de relacionarse con la agresión, ya sea a través de bloqueos, conductas unitivas, defensivas, y/o de dominación. El Test está considerado dentro de las pruebas no verbales, y en este sentido es una prueba proyectiva de carácter semi-estructurada cuyas respuestas se orientan a evaluar los tipos de reacción a las presiones de la vida corriente, y en ese sentido a la frustración y la dirección de la agresión

Test de Apercepción Temática (TAT)
  Junto al Rorscharch, el TAT es el instrumento de exploración de la personalidad de niños, jóvenes y adultos más importante de que se dispone hasta el presente. El TAT formula diagnósticos de la personalidad en función de los deseos, esperanzas, temores, conflictos y experiencias encubiertos que el sujeto proyecta al inventar un repertorio de historias en torno a una colección de figuras situacionales dramáticas. Es un test confiable, interesante y útil: el psicólogo, el psiquiatra, el psicoterapeuta, el orientador, el educador, el asistente social obtienen con él una valiosa imagen de los factores intrapsíquicos determinantes de la conducta de los sujetos y de sus relaciones interpersonales. Su material completa los datos formales de Rorschach. Se aplica con ventaja en la clínica psicológica, en orientación vocacional y en la investigación psicológica, psicopatológica y antropológica.

Test de Rorschach
Es una técnica y método proyectivo de psicodiagnóstico creado por Hermann Rorschach (1884-1922). Se publicó por vez primera en 1921 y alcanzó una amplia difusión no sólo entre la comunidad psicoanalítica sino en la comunidad en general.
El test se utiliza principalmente para evaluar la personalidad. Consiste en una serie de 10 láminas que presentan manchas de tinta, las cuales se caracterizan por su ambigüedad y falta de estructuración. El psicólogo pide al sujeto que diga qué podrían ser las imágenes que ve en las manchas, como cuando uno identifica cosas en las nubes o en las brasas. A partir de sus respuestas, el especialista puede establecer o contrastar hipótesis acerca del funcionamiento del sujeto.
 

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